Historia

Los inicios del ministerio se remontan al corazón amoroso de Dios, quien deposita su voluntad en el corazón del pastor Alejandro F. Musumeci y su esposa Anna Maria Musumeci. Esto los llevó a celebrar sus primeras Reuniones de Fe en el año 1995 en el Salón de Eventos del Hotel Ramada Inn ubicado en la ciudad de Salinas, California.

Desde entonces el ministerio, apoyado por una firme congregación de hermanos y hermanas en Cristo, ha crecido y se ha extendido por California y otros estados, estableciéndose y plantando nuevas iglesias a lo largo del camino.

En la actualidad, supervisa congregaciones en las ciudades de King City, Sacramento (California), Yuma (Arizona) y San Luis (México). También brinda apoyo a diversas obras misioneras y ministerios en el extranjero.

Proyecto

“Visón de expansión”

Actualmente el ministerio se encuentra inmerso en un proyecto de expansión sobre un terreno de 10 acres que permitirá desarrollar de forma plena y efectiva la visión del ministerio.

El proyecto abarca lo siguiente:

• Auditorio para 2.200 personas

• Aulas para formación

• Oficinas

• Cafetería

• Librería

• Centro deportivo con canchas de fútbol y baloncesto

• Snack bar

• Zona recreativa

Como testimonio de nuestros 27 años de servicio en la ciudad de Salinas, donde Dios nos ha llamado, junto con nuestra amada congregación hemos enfrentado numerosos obstáculos y dificultades en el camino. Llevamos a cabo nuestras Reuniones de Fe en diversos lugares como salones de eventos, otros templos y centros de convenciones.

Vendimos el edificio, lo que nos permitió pagar totalmente la propiedad de 10 acres. Más tarde, cuando la ciudad se vio afectada por el Covid-19, seguimos celebrando Reuniones de Fe dominicales al aire libre; tanto en español como en inglés las cuales se ofrecían a través del servicio drive-in. En estas reuniones la Gloria se manifestaba sobrenaturalmente.

Posteriormente adquirimos nuestro propio edificio. Sin embargo, tras 18 años funcionando en el mismo lugar, Dios puso en nuestro corazón el sentimiento de venderlo, poco antes que se desatara la pandemia. Ahora comprendemos que Él nos estaba preparando para lo que se avecinaba: tiempos difíciles para el mundo y desafiantes para las iglesias.

Entonces fuimos guiados por el Señor para continuar nuestras reuniones en una carpa con capacidad para 1.600 personas (denominada “La Carpa de la Fe”), que sigue en pie después de dos años. Hoy nos enfrentamos a otro reto, completar esta iniciativa de edificación y poder, para establecernos y crecer, formar y equipar, continuar nuestra labor de ayuda a la comunidad, en esta temporada de cosecha y en lo venidero, dejando un legado para futuras generaciones.